"Los conceptos y principios fundamentales de la ciencia son invenciones libres del espíritu humano." Albert Einstein

miércoles, 27 de abril de 2011

Museo Soumaya

Museo Soumaya
Plaza CARSO

Por Benjamín González Bárcenas


Estimados amigos, hace unos cuantos días leí en las noticias que se inauguró el Museo Soumaya en una nueva sede, ya que originalmente se encontraba en la Plaza Loreto al sur del Distrito Federal, ahora, además de ese museo que sigue en funcionamiento, se encuentra su nueva sede en el tradicional barrio de Polanco, un museo sorprendente, impone al verlo y atrae por su peculiar forma de cubo que tuvo un movimiento circular en el centro lo que lo hace asimétrico, para darle forma, además de llamar la atención las placas metálicas que en su conjunto le dan una forma de colmena y, que según la explicación que nos dan a través de los guías y de un sencillo folleto, representan el trabajo en familia.

El edificio del museo de seis pisos no está solo, se encuentra en un conjunto que contiene otros edificios de corte tradicional en una superficie de 800,000 metros cuadrados, en este conjunto el museo ocupa un lugar preponderante con una superficie de 7,517 metros cuadrados. Su entrada es gratuita, las obras no están cubiertas en su totalidad, la mayoría se pueden apreciar a una distancia mínima, en un amplio horario, desde las diez y media de la mañana, hasta las seis y media de la tarde.

De todas las salas, la número 6, en lo particular a mí me pareció extraordinaria, porque contiene la segunda colección más importante en el mundo de Augusto Rodin, entre las que destaca la puerta del infierno y, como si esto no bastara, también encuentra uno obras de dos de sus discípulos y del maestro Salvador Dalí. Esta sala que se encuentra en lo más alto, también impresiona porque en una superficie de 1,704 metros cuadrados, no se tiene ninguna columna, una bella obra de arte de ingeniería y arquitectura mexicanas, que podemos apreciar en todo su esplendor.

Las otras cinco salas son extraordinarias, la número 5, con un comodato del INAH, nos ofrece cerámica de la era precolombina, que se refieren a las culturas mesoamericanas de Occidente y el arte mexicano del siglo XX; la sala 4, nos ofrece paisajes mexicanos y europeos del siglo XIX, impresionismo y primer vanguardia; la sala 3 con obras de los antiguos maestros europeos y novohispanos; la sala 2 con retrato mexicano del siglo XIX; la sala 1 con monedas virreinales republicanas y del segundo imperio mexicano y, finalmente, el vestíbulo en planta baja con el último mural de David Alfaro Siqueiros con aplicación de azulejos, la estatua en bronce de El pensador de Rodin y, La piedad, también en bronce de Miguel Ángel Buonarroti.

Es un regalo a nuestra sensibilidad y a nuestra sed de contar con espacios dedicados totalmente al aspecto cultural, ojalá que en alguna visita que tengan a la capital del país, puedan acceder a este museo, hoy tuve la oportunidad de platicar con personas de diversas partes de nuestro querido México, que también aprovecharon estos días de asueto para visitarlo.

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